La locandiera]. Comedia en tres actos de Carlo Goldoni (1707- 1793), estrenada en 1753. Es una de las más agudas comedias goldonianas, desde luego la más coherente y perfecta, si no su obra maestra como creen algunos: el conde de Albaflorida y el marqués de Forlipópoli, huéspedes en la posada de Mirandolina (v-), se disputan el corazón de ésta, el uno con regalos, el otro, noble arruinado y soberbio, con el vano apoyo de su protección. Pero en la posada, está también hospedado el caballero de Ripafrata, extraño tipo de misógino, y Mirandolina, ofendida por su indiferencia, se propone conquistarlo y, naturalmente, lo consigue.
De aquí los celos y riñas entre los huéspedes, complicados con la llegada de la cómica Hortensia y de Dejanira. Por fin, Mirandolina revela su juego, concediendo su mano a su camarero Fabricio, y los tres pretendientes burlados se resignan. El vivo contraste entre los caracteres de los tres galanes y la astuta feminidad de Mirandolina han hecho famosa esta comedia escrita para la «criadita» de la compañía, al comienzo de la temporada de 1753. Goldoni no le dio mucha importancia; en realidad, La posadera no aporta al teatro goldoniano nuevos valores, sino más bien nueva perfección: los personajes tienen todos precedentes, la propia Mirandolina había aparecido ya en la Mujer garbosa